jueves, 7 de marzo de 2019

Bajo el mismo techo


Una vez más, el caso de tener la idea de ver una película, en este caso, una secuela, mirarse a toda prisa la anterior para que llegue el momento y ¡Zas! Ya ha desaparecido de la cartelera...

El evitar ir durante la semana de estreno comporta sus riesgos... y este es uno de ellos.

Así que, por descarte, puesto que las que habían (que no fueran de estreno) no había ninguna que llamara especialmente el atención, terminó por ganar, siendo la opción menos mala, Bajo el mismo techo.

Me suena haber comentado que no soy especialmente amante del cine español. Y sí que es cierto que, los últimos años, habían aparecido producciones que me hacían callar la boca y sorprenderme. Por desgracia, este no es el caso. Es una de las que reafirma mi posición de pensarme dos veces antes de ver algo del producto nacional.

La aparición de parte del reparto de La que se avecina/Aquí no hay quien viva, en otras ocasiones ha permitido que el rato que durase la película fuese pasable, puesto que con gran habilidad, lograban meter sus "frases" de la serie en contextos distintos y dando cierta complicidad al espectador.




En esta ocasión, su aparición, aunque pudiera concordar en algún modo con sus personajes de la serie, en la realidad es que se nota en demasía la zarpa de los patrocinadores. Casi se podría decir que se han vendido para sacar esta película.

Entrando un poco en la materia, los personajes no dejan de ser un tanto típicos, siendo la pareja cerca de la mitad de siglo habiendo llegado al cenit de sus carreras y buscando la manera de superarlo.

Tras eso, tenemos de un lado, la mujer feminista, activista, proderechos de la mujer (hasta ahí, todo perfecto), pero es que cae en todos los tópicos de ser ecologista, sexualmente abierta, emprendedora con un negocio exclusivo para mujeres, que quiere escribir un libro sobre el feminismo e incluso de filosofía un tanto hippie. Que digo yo... no todas serán así... habrá algo de variedad en lugar de meter todo en el mismo saco.



En cambio, el hombre, pues es un comercial en un concesionario de coches, machito, descuidado, que solo tiene en mente el fútbol, coches y mujeres. ¿Y lo mismo que antes, no hay más variedad? ¿Es necesario representarlo así?

Obviamente, una pareja así es difícil que se mantenga unida y más, cuando el motivo por el que seguían juntos se va, su hija.

Entramos en una espiral de falta de comunicación, indignación y situaciones de estrés que desencadenan en el divorcio.

Que por mucho que digan, visto desde fuera, parece que la mujer decidió el divorcio más por una rabieta que por convencimiento.

Tras eso, el marido se arrastra para intentar recuperar la mujer, mientras esta le hace el vacío, le ignora y solo busca que firme los papeles.

¿Tópicos? ¿Dónde? Como siempre, la mujer deja al hombre, el hombre hace lo imposible por recuperarla y la mujer se mantiene en sus trece, incluso, haciendo lo posible por hundir aun más si cabe al marido.

Luego, la mujer, por hacer caso a su socia/amiga del alma, inicia una guerra con el marido. Etiquetándolo todo sin previo aviso y "porque yo lo valgo". Obviamente, el marido se rebota y la espiral va en aumento.

Mientras tanto... ¿Cómo puede ser que alguien confíe en firmar un documento que no le dejan leer y, encima, le dicen que el 99% de la empresa pasa a ser de otros y el resto de quien la fundó? Pues sí, aquí pasa, la mujer deja de lado sus principios y todo por un contrato así y dinero, a pesar de que su amiga le recomienda que no.

El marido, tampoco se queda corto, porque tomar prestado un coche a la venta, no hace más que evidenciar la tragedia.

Así pues, llegamos al punto que todos los personajes se encuentran en un punto que más bajo no pueden caer, con la hipoteca e intentando divorciarse.

Ya podéis imaginar cómo sigue... aunque, puedo decir que el punto positivo es que tiene un final atípico. ¿Sorprendente? No, pero sí atípico y diría que, en cierto modo, idealizado.

Conclusión: Una comedia que tenía de todo, menos comedia... Excepto por determinadas situaciones que pueden recordar situaciones vividas y que vistas desde fuera pueden hacer gracia, no tiene nada. Podrían haber metido guiños para dar una chispa de humor, pero en lugar de eso se han limitado a ser personajes reaccionarios, típicos y planos, exceptuando al final, no dejan de ser la típica pareja de película que se divorcia.

La caída en tópicos es bestial, del mismo modo que los personajes no parecen representar la variedad de gente que intenta ser. Ni toda mujer feminista es así, ni todo hombre es asá.

Parece que el objetivo de la película era más promocionar a los patrocinadores que contar una historia divertida de una pareja discutiendo y en proceso de divorcio.

La duración de 1h40 (1h37, siendo exacto), se hace casi interminable, no logrando encajar ni un simple "juas" ni "ja" por sí sola.

Puntuación: 5/10 (solo el final atípico le salva del suspenso)

PD: Para película buena de divorcios, a la cual, por fortuna, hacen mención... supongo que para limpiar sus conciencias:


The war of the Roses (La Guerra de los Rose)

4 comentarios:

  1. Por que las quitan tan rápido?, ¿se avergüenzan de ellas? o no va nadie a verlas, lo cierto es que lo que te digo siempre de cine tampoco entiendo, aunque aquí voy aprendiendo. Abrazo

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    1. Según vengo observando, la duración va en función de la afluencia de público + el superestreno de turno. En este caso "Capitana Marvel".
      Dicho de otro modo, va en función del money.
      Abrazos

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  2. entonces le pasamos de largo si la vemos por internet jaja... los estereotipos además se van cayendo uno a uno en estos tiempos.... película que atrasa entonces, saludos...

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    1. Pues casi que sí, porque por no tener, no tiene ni humor absurdo... En el siglo pasado, probablemente hubiese tenido un pase, hoy... no.
      Saludos

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