jueves, 9 de agosto de 2018

Blackwood (Down a Dark Hall)


Para ser diferentes al resto de los mortales, quienes van a ver Los Increíbles 2, hemos decidido ir a ver Blackwood, una película basada en un libro del mismo nombre de Lois Duncan (a la cual esperemos que Ikana tenga el bien de hacerle reseña pronto. Ahí lo dejo caer...).



Y ya que no hemos leído el libro, al menos todavía... solo hablaremos de lo ya conocido. La película. Obviamente, confiamos en que el libro sea mejor porque en cuestiones generales la adaptación deja un tanto que desear.

Una producción que tiene muchísimo potencial pero a medida que avanza va perdiendo fuelle hasta llegar a desvelar todos los misterios con un final un tanto... previsible.

Iba con la intención de encontrarme algo con un contenido más adulto, más fuerte, después de todo la actuación de Uma Thurman y conociendo un poco sus trabajos anteriores pues se esperaba algo más... fuerte, pero en lugar de eso nos encontramos con un par de escenas de susto fácil, fanservice (para mujeres) y... alguna escena que pueda sorprender consecuencia de la estupidez supina de las protagonistas.


Os preguntaréis por qué hablo de fanservice... pues es tan simple como... una escena que supone ser de risa (o así quiero pensar) una de las protagonistas dice... "yo me lo follaría" y dentro de la sala oyes como una voz femenina dice... "yo también" (en referencia al profesor de música) en lugar de risas.


Pa gustos colores... No seré quien opine de si es guapo o feo
Obviamente, tras ese pequeño inciso es fácil adivinar que está dirigida a una público femenino y, además, adolescente. Por lo que seguimos en racha femenina!
Como ya he indicado más arriba, la trama promete muchísimo, 5 alumnas en un internado para explotar sus dones escondidos con una misterio sobrenatural que deberán combatir juntas.
Así a bote pronto pinta genial, pero a medida que se van desvelando detalles... que ni si quiera hace falta ser avispado, simplemente tirar del hilo conductor que nos va dejando ver la protagonista y... voilà! aunque sí es cierto que un poco sí que tocará pensar para llegar a descubrir todo antes de tiempo.
Y, si llegáis a verla, seguramente estaréis de acuerdo conmigo en que el sentimentalismo que se mueve con el padre de la prota es una manera bastante burda de justificar la rebeldía de esta, además de que los últimos personajes que quedan son tontos, que el servicio de emergencias (explicarlo sería quitar la emoción y spoilearos, pero daré una pista... la prota se monta un "Juan Palomo, yo me lo guiso yo me lo como") y... que a los padres sus hijas les dan igual.
Sin contar el detalle que "de repente" parece importar algo que siempre les ha dado igual a todos.
Conclusión:
Probablemente se trate de un caso más en el que el libro le da mil patadas a la película... Pero hasta que mi compañera Ikana no haga su parte (guiño-guiño, codazo-codazo, empujón-empujón) no podré decir más.
Claramente con un público adolescente y femenino, a pesar de la falta del típico romance (aunque casi se podría decir que lo hay, pero al ser prohibo... emoción-emoción!).
La duración de la película es de 96 minutos, que vendría a ser poco más de media hora. Que tampoco es que se hagan cortos, pero tampoco interminables... digamos que se hace entretenida aunque sin destacar.  Recomendable solo en caso de gustar de películas adolescentes con toque esotérico (no hay vísceras, ni sangre a borbotones ni violencia a cascoporro), vamos que no es de terror.
Sí hay escena postcréditos, poco relevante, pero la hay.
Y un último consejo... si alguna vez habláis con alguien que está intentado suicidarse NO le dejéis solo, llamar emergencias... sí, cosa buena; dejar solo... no, cosa mala.

Puntuación: 5/10 (podría haber dado más, pero tanta tontería me supera)

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