Carlos el caracol nunca ha vivido ninguna aventura. Y las aventuras, por lo que ha oído, son la llave de una vida feliz. Así que, con su nuevo amigo, Eduardo la hormiga, Carlos sale de viaje en busca de esas emociones que le han faltado en la vida.
A pesar de que se trata de un cuento infantil (puede que incluso juvenil), sobre un caracol en busca de aventuras y una hormiga que ha vivido con él durante un año y decide acompañarle, lo cierto es que yo lo recomendaría para cualquier edad.
De capítulos breves, con título y, en esta edición, ilustrado, el caracol Carlos nos saca más de una sonrisa al ver el tipo de aventuras en las que se ve envuelto, junto con Eduardo, que siempre intenta animar a Carlos en los momentos de flaqueza. Encontraremos dragones, salamandras, ratones, otros caracoles, una oruga y una mariposa muy orgullosa. ¿Qué más se puede pedir? La sencillez del cuento, el toque humorístico y leer algo que nos relaje por las noches. Además, lo mejor de leer este tipo de literatura, son los dibujos, ¿para qué negarlo?
¿Por qué leerlo?
- Toque humorístico de un caracol y una hormiga intentando vivir momentos épicos.
- Ilustraciones.
- Sencillez narrativa.
- Final sencillo pero conmovedor.
¿Por qué no leerlo?
- Si no eres muy dado a la literatura joven.
- Puede llegar a resultar absurdo.
- Es un cuento infantil-juvenil.
En conclusión, a pesar de que algunos adultos no son muy dados a este tipo de literatura, lo recomiendo, porque a veces está bien desconectar de los dramas que nos dan los libros pensados para "los mayores". Recrearse con los dibujos, dejar volar un rato la imaginación y darle la oportunidad a un caracol que quiere ser un caballero y hacer frente a un dragón. Además, para leerlo por la noche, va bien. Te dormirás pensando en estos dos amigos y sus desventuras. No es muy largo y no os llevará más de un par de horas leerlo. ¡Ánimo!
Puntuación: 7/10
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