La psiquiatra de Pine Cove ha decidido sustituir los antidepresivos que administraba a todos sus pacientes por placebos, así que naturalmente, o más bien artificialmente, la clientela del club de blues local se ha disparado. El problema es que la melancólica música también ha atraído a Steve, una gigantesca bestia marina con cierta obsesión por los camiones de combustible. De pronto, la taciturna Pine Cove ha dado rienda suelta a su libido y una misteriosa ola de crímenes asola la ciudad. El agente de policía Theophilus Crowe tendrá que mantener a raya sus más bajos instintos para descubrir qué está ocurriendo y si hay algún modo de detenerlo.
He de reconocer que si empecé a leer este libro, además de por una curiosa sinopsis, fue por el título. Me recordó mucho a uno de Fredric Brown, otro de mis autores favoritos. Aunque después de leerlo, encuentro el título un poco desafortunado, porque más bien sería los camiones cisterna. Y ahora es cuando hago una pausa para reírme sola un rato.
A pesar de que pueda parecer que el bicho (Steve, porque tiene cara de llamarse Steve) pueda parecer una criatura sin más, tiene mucho que decir al respecto. Poco puedo decir al respecto de este desternillante libro sin hacer muchos spoilers. Simplemente, que te ríes un rato y que, si te gustó Aleta, este no se queda corto.
~Lo que me ha gustado~
- El humor fálico, que nunca falte.
- El final, sobre todo, por como soy con estas cosas.
- Los extraños pacientes de la doctora, por supuesto.
~Lo que no me ha gustado~
- Como acaba Steve, porque yo quería un final diferente, pero el que es, tampoco me desilusiona mucho.
En conclusión, es otro libro que me ha encantado y al que me cuesta mucho encontrarle pegas, la verdad. Quizá eso, que el título no es lo más acertado. Pero al margen de eso, te echas unas risas, con ese estilo de humor tan característico de Moore. Os animo a leerlo. Si estáis de bajón os vendrá bien. Y sino, pues también :]
Puntuación: 8/10
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