Isserley, una mujer menudo de grandes y perfectos pechos, escote profundos y gafas de gruesos cristales, conduce por solitarias carreteras de Escocia y recoge autoestopistas. Pero no a cualquiera, sólo a hombres fornidos, saludables y solitarios que pueda.
Reconozco que esta novela me ha sorprendido bastante, pero no puedo decir por qué, dado que sería un spoiler como una casa... o puede incluso que más grande que una catedral. El caso es que me pareció curioso una asesina de autoestopistas. Asesina y no asesino. Así que con esa idea predeterminada en mente, me lancé a su lectura.
Os sorprenderá descubrir que hacer con los cuerpos, ¿o debería decir con ellos? Poco más puedo revelar, salvo decir que me ha gustado mucho la perspectiva que se da tanto de la cazadora, como de los vodsels... perdón, autoestopistas *wink, wink*. Hay hasta una historia de amor, si es que la podemos llamar así, aunque me entristece mucho como acaba. Y también me entristece el cómo acaba el libro... Pero para saber todas esas incógnitas vais a tener que intentar leerlo.
~Lo que me ha gustado~
- El giro de trama que pega.
- El punto de vista de la asesina.
- Como el mundo se pone del revés.
- No se me ha hecho muy pesado.
~Lo que no me ha gustado~
- El final, pero porque es cebollero total.
- Lo del perrete en el coche, animalito.
- Tenía momentos en los que sí, el libro se volvía algo espeso.
Pero por lo demás, en general, bien.
En conclusión, me ha gustado bastante a pesar de tener sus defectos. Y así, sin decir mucho más de Isserley (curioso nombre, por cierto), diré que la pobre pasó por mucho. Y desde vuestro punto de vista pensaréis, ¿pero eso justifica lo que le hace a los autoestopistas? Leed y juzgad, muchachos... Leeeeed y juzgad.
¡Buena lectura!
Puntuación: 6/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Déjanos tu opinión al respecto :3